10 Oct Todo lo que hay que saber sobre el Síndrome de Estocolmo
La mayoría de la gente ha oído hablar del Síndrome de Estocolmo, pero puede que no sepan exactamente lo que es. En resumen, el Síndrome de Estocolmo es una condición que puede ocurrir cuando alguien está cautivo o tiene una relación personal estrecha con su captor. El resultado es un sentimiento de empatía, simpatía o incluso amor por el captor
Aunque esto pueda parecer inverosímil, en realidad ocurre más a menudo de lo que se cree. De hecho, lo has visto representado en películas o programas de televisión sin darte cuenta. Si quieres saber más, desde Conecta Emociones, psicólogos en Alcalá de Henares, te contamos sobre este tema. ¡Sigue leyendo!
¿Cómo se desarrolla el síndrome de Estocolmo?
Hay varios factores que contribuyen al desarrollo de este síndrome. En primer lugar, la víctima debe sentirse completamente aislada del mundo exterior. Esto puede significar estar cautiva o simplemente estar en una relación controladora o abusiva. En segundo lugar, la víctima debe sentir que no hay forma de salir de la situación en la que se encuentra. Esto puede ser porque están físicamente cautivos o porque sienten que no tienen otras opciones en la vida.
Por último, la víctima debe desarrollar sentimientos positivos hacia su captor. Estos sentimientos positivos podrían nacer de la gratitud si el secuestrador les proporciona necesidades básicas como comida y refugio, o podrían deberse a la manipulación. En cualquier caso, una vez que entran en juego estos tres factores, una persona es cuando puede empezar a desarrollar el síndrome de Estocolmo.
Esto ocurre cada día en todo el mundo, y no solo sucede si la persona esta secuestrada o retenida por un secuestrador, también puede ocurrir por una pareja abusiva.
¿Cuáles son los síntomas?
No todas las personas que se encuentran en una situación de control o abuso desarrollarán el Síndrome de Estocolmo, sin embargo, hay algunos síntomas comunes que los afectados pueden experimentar. Estos incluyen
– Sentimientos positivos hacia el secuestrador, incluyendo empatía y simpatía
– Un sentimiento de identificación con el captor
– Una creencia de que el secuestrador no es del todo malo
– Un rechazo a cooperar con las fuerzas del orden o con cualquier otra persona que pueda rescatarlos
– Un miedo a las represalias si intentan abandonar o huir
Desde Conecta Emociones esperamos haber resulto todas tus dudas y este articulo te haya gustado. Si necesitas más información sobre este tema o cualquier otro, o quieres acudir al psicólogo, no dudes en contactar con nosotros. ¡Estaremos encantados de atenderte!
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